En menos de un año y medio, las cinco hermanas Lisbon, adolescentes entre trece y diecisiete años, se suicidaron.
Los jovencitos del barrio habían estado siempre fascinados por esas inalcanzables jóvenes en flor, y veinte años después, aquellos chicos ya en la frontera de la mediana edad, intentan desentrañar el enigma de aquellas lolitas muertas que siguen fascinándolos.
Los jovencitos del barrio habían estado siempre fascinados por esas inalcanzables jóvenes en flor, y veinte años después, aquellos chicos ya en la frontera de la mediana edad, intentan desentrañar el enigma de aquellas lolitas muertas que siguen fascinándolos.
Opinión personal:
Terminé este libro en el barco volviendo de Uruguay. Las últimas páginas fueron leídas con miedo; ya triste de por sí me llenaba de temor que la novela no hiciese más que agravar la capa de tristeza que llevaba encima. Por suerte no fue el caso, aunque no "suerte" del lado literario sino del personal, porque si nos ponemos en los zapatos de la Floreana-lectora esta nada que me dejó Las vírgenes suicidas me puso más triste que si hubiese dejado algo más. Tristeza no por los hechos sino porque la emoción por leerlo me llenó de expectativas que no fueron alcanzadas ni un poquito. Esperaba quedar absolutamente maravillada, terminarlo y poder decir wow, el mejor libro que leí en mi vida. Wow, increíble, wow, no puedo pensar en otra cosa que no sea este libro. Pero no. Mi papá dormía en el asiento de al lado, así que me levanté con cuidado para no despertarlo. Abandoné mi libro y mi sueter en mi asiento para que no me lo ocuparan y me puse a pasear. Tuve que ir agarrada a las paredes, porque al ser una lancha que hacía muchos kilómetros en una hora se movía demasiado y la debilidad general de mi cuerpo por los acontecimientos vividos en un par de horas no me ayudaba a mantener el equilibrio deseado. Caminaba e intentaba pensar en Las vírgenes suicidas. Buscaba una explicación, una metáfora, un análisis que me hubiese salteado. ¿Lo había entendido? Tal vez ese era el problema. Quizás había algo entre líneas que había pasado por alto, una explicación mucho más profunda y poética que la que yo estaba captando. Porque lo que a mi me quedaba de la obra de Eugenides no era más que un "las hermanas Lisbon eran cosificadas y mistificadas por los chicos del barrio quienes no comprenden (y probablemente nunca lo harán) por qué se suicidaron." Fin. 230 páginas de eso una y otra y otra vez.
Ojo! No me malinterpreten. No estoy diciendo que sea un mal libro, porque no lo es. La escritura de Jeffrey es muy buena y creo que eligió una forma original e increíble de narrar la historia de las hermanas Lisbon. Además este libro tiene partes bastante angustiantes gracias a que es más real que cualquier otra cosa. Es asombroso poder sentir la tristeza y la crueldad plasmadas en estas páginas, con una verosímilitud que asombra y motiva a seguir leyendo. Eso Eugenides lo hizo muuuuy bien y le doy su merecido aplauso. Pero hasta ahí llegamos. No encontré nada que me moviese, que me matase, que me hiciese llorar o emocionarme en absoluto. Mi cara era un completo "meh. ok." mientras leía.
“Lo que tenemos aquí es una soñadora. Alguien fuera de contacto con la realidad. Cuando saltó, probablemente pensó que volaría."
La cosa va algo así: los chicos del barrio están absolutamente maravillados con las hermanas Lisbon (¡hermosas, rubias, tan femeninas! ¡¿qué secretos de mujeres esconderán en esa casa plagada de feminidad?! ¡wow! ¡cajas de tampones!), las pintan como unas diosas caídas del cielo, más cosas hermosas que personas y están obsesionados con descubrir cómo viven, qué hacen, qué sienten, qué piensan (hay un momento en el que un chico encuentra un tampón usado y se emociona!!!!!!! qué carajo!!!!!!!!!!!!). ¿Te intriga saber qué es lo que lleva a las hermanas Lisbon al suicidio? Sí. ¿Por qué la más pequeña, Cecilia, es la primera en dar el gran salto? ¿Qué sucede que casi dos años más tarde todas sus hermanas deciden seguirla? ¿Qué las lleva a todas al punto de inestabilidad total que hace que crean que esa es la única salida? No lo sabemos. Los chicos no lo saben. Quizá los padres sí. Las chicas murieron antes de confesarlo. Y tal vez este libro no es más que una crítica a los padres psicóticos, a la religión opresora, a los pueblos suburbanos en USA, a la deshumanización de las adolescentes, qué sé yo. Quizás quizás.
Así que sigo dando vueltas por el barco. Entro al freeshop y veo que sólo hay cosméticos. Los observo un rato y pienso en que a Mary Lisbon le hubiese encantado tener todo esto y que su madre no la hubiese dejado salir maquillada. O simplemente salir, ya que estamos. Casi me caigo y pienso en que es un alivio no vivir como las hermanas Lisbon - un alivio no ser ellas, encerradas, perdidas, solas solas solas solas sin poder ser como las otras chicas que las rodean. Pero no-tan-alivio saber que debe haber cientos de chicas que viven en esas condiciones, que sienten lo mismo que ellas debían haber sentido. Me siento un rato en el piso del barco, dejo que la gente me pase por encima y por primera vez siento algo por las hermanas Lisbon - pena, pena, pena. Pero ya está. No hay nada más que eso, así que me vuelvo a levantar, llego hasta mi asiento y me pongo a ver el partido que están pasando por la tele (creo que no conozco a ninguno de los dos equipos). Me olvido de los Lisbon por el resto del día, creo que no vuelvo a pensar en ellos hasta que me acuerdo de que tengo que hacer la reseña, y ahí es cuando veo que no me importaron en absoluto. Ni ellos, ni sus vecinos metiches, ni el grupo de acosadores asquerosos que se dieron cuenta realmente tarde de que las hermanas Lisbon eran personas, y no cosas para admirar de lejos.
"Para la mayoría de las personas el suicidio viene a ser como una ruleta rusa. Hay una sola bala en el tambor. En el caso de las hermanas Lisbon, el arma estaba totalmente cargada. Una bala por presión familiar. Una bala por predisposición genética. Una bala por malestar histórico. Una bala por un impulso inevitable. Las otras dos balas son imposibles de nombrar, pero esto no quiere decir que las cámaras estuvieran vacías."
Y eso es todo. No hay nada más que decir. Sólo quería sacarme de encima este descontento y me-importa-una-mierda total que sentí con esta novela. Insisto! No es malo. Creo que no era mi momento para leerlo (lo leí después del libro más maravilloso que leí en mi vida), literaria y personalmente hablando. O quizás simplemente no es para mí. Voy a ver la película porque muchos dicen que les gustó más. Ya veremos.
Le doy: 2(,5 tal vez??)/5 estrellas.
¿Ustedes lo leyeron? ¿No? ¿les gustó? ¿no? ¿Quieren leerlo? ¿No? ¡Cuentenme!
Nos leemos!