Sinopsis:
Es el último año de escuela para Zoe y ya tiene suficientes problemas: su madre desapareció sin dar explicaciones y su padre trabaja demasiado, en un empleo por cierto misterioso. Para peor, las matonas del colegio le hacen la vida difícil y se duerme en clase. Su único apoyo es su amigo Christian, un muchacho bonachón y bastante "nerd".Como toda chica buena -aunque conflictiva-, Zoe acabará por enamorarse del chico equivocado: Milo, un galán con un estilo de otros tiempos, que luce como James Dean pero canta en una banda de rock experimental y maneja un Cadillac descapotable. Claro que el seductor Milo, que hará todo lo posible para conquistar a la ingenua Zoe e involuclarla en un romance peligroso, tiene segundas intenciones e intereses macabros. El muchacho esconde un secreto oscuro y sangriento.
Es un hijo de la oscuridad.
Gracias a Ediciones Urano por el ejemplar.
Opinión personal:
Zoe no está pasando por el mejor momento de su vida: su madre desapareció hace dos años sin nada más que una nota escrita en el espejo con pinta labios, su padre no está nunca en casa, las 'matonas' del colegio aman molestarla, no duerme y, a veces, tampoco come. Su vida es bastante aburrida hasta que aparece Milo, un chico misterioso, que se viste con botas y camperas de cuero, se peina a lo James Dean y, obviamente, es extremadamente atractivo. Es el chico malo, y Zoe es la chica buena que, inmediatamente, cae por todo esto y se enamora del enigmático chico, sin importarle lo extraña que sea toda la situación.
"En el monitor hay varias ventanas del navegador abiertas. Todas son sobre personas desaparecidas. Redes solidarias de gente desesperada que intercambia información para rastrear a los suyos, los niños perdidos de la era digital, que seguramente no tengan un Peter Pan que los proteja."
Los personajes son el punto bajo de la novela, a mi parecer. No hay demasiado desarrollo sobre ellos, lo cual hace que sea complicado que nos generen algún sentimiento, ya sea odio, amor, pena, ganas de matarlo/a, ganas de ser su amigo/a, etcétera. De Zoe, por ejemplo, sabemos poco y nada. Lo que más resalta de su personalidad es que es de esas personas que en dos segundos daría la vida por otra y que abandona a su único amigo en el mundo por un chico que, la mayor parte del tiempo, la hace sentir incómoda porque intenta "propasarse" con ella. Milo, por su parte, cambia de personalidad constantemente, y no terminé de entender cuál es su "yo" de verdad, si el que es super tierno y dulce con Zoe o el chico malo que anda en moto y usa camperas de cuero. Sé que tiene que actuar para conseguir lo que quiere pero, a veces, no parece un acto, algunas acciones o cosas que se dicen dan a entender que tiene, aunque sea, un poco de aprecio por Zoe. Pero el resto del tiempo no muestra ni un poquito de simpatía por la chica. Igualmente, algo que me gustó de él es que es un vampiro; sí, los vampiros no son lo mío, pero que sea un "hijo de la oscuridad" le da un buen toque a la novela... la saca de lo normal, de lo común. Hizo todo un poco más interesante.
El mejor personaje, lejos, es Christian, el mejor amigo de Zoe. A veces tiene algunas cosas que son medio, eh... ¿cómo decirlo? Sí, bastante raras, todo eso de acosar gente no me va, pero sé que era para proteger a una de las personas que más quiere en el mundo, así que... lo voy a dejar pasar. Lo único que sé es que quiero un amigo/novio/loquequieras como Christian, porque es absolutamente genial. No sé cómo no tiene más amigos, en serio. Yo me mataría por hablar un poco con él.
El ritmo que Gualda eligió para la narración, me parece que no es el más indicado. En algunas partes, el ritmo de la historia es demasiado vertiginoso lo cual hizo que nos perdiéramos de muchas cosas importantes. Quedaron bastantes cabos sueltos, que espero que se resuelvan en el próximo libro, porque sino me voy a morir.
"Pero la verdad es que, por mucho que a las chicas les provoque admiración la calma, Christian no es un tipo tranquilo. Arde, se quema por dentro, se desgarra, muere un poquito cada día con todos esos dolores. Sólo que no tiene idea de cómo liberar esa ira, cómo canalizarla hacia afuera, cómo convertirla en una fuerza demoledora."
Un punto positivo, que fue algo que me hizo disfrutar bastante de la novela, fueron las referencias y el lenguaje que eligió Diego. ¡Hay tantas referencias a series, películas, canciones viejas/actuales y toooodo que me sentía super especial cada vez que entendía una! y entendí la mayoría. Un punto para mí. Y, las que no, ahora son películas o series que tengo apuntadas para ver cuando tenga tiempo.
La verdad es que es una novela que me dejó bastante indiferente. No sé si será que no adoro a los vampiros, o la historia en sí no tuvo un gran 'efecto' en mí, pero, para el caso, da igual. De todas formas, estoy con ganas de leer la segunda parte y ver qué es lo que pasara con estos personajes.
Mi puntuación: 2,75/5.
¡Nos leemos!