Sinopsis:
Opinión personal:
"Como si acaso fuese posible sacar buena letra de un lápiz torcido."
Leí este libro porque la sinopsis empieza con que Sara Mesa agarra mal el lápiz y yo también. Lo agarro horriblemente mal, de esas formas raras que hacen que cada persona que me vea escribir grite "¡ay, agarrás re mal el lápiz! ¡¿Cómo hacés?! ¡¡Qué raro!!", que cuando me cambié de colegio la directora me regaló gomas para agarrar mejor el lápiz y si veía que no las usaba se ofendía. Bueno, perdón. Pero es así. Así que me emocionó muchísimo ver esto, que la sinopsis dejase super claro que Sara Mesa agarra mal el lápiz, que hablase sobre la escritura indócil, libre y acelerada, todo eso que dice ahí arriba. Así que para navidad mi abuela me lo compró, y no mucho después me largué a leer. La forma de escribir de Mesa me resultó maravillosa. No es una prosa demasiado "literaturizada", esas que fuerzan las metáforas y las palabras lindas, que parece que dos segundos antes de ponerse a escribir agarraron un diccionario y tiraron todas las palabras que sonaban más o menos bien arriba de su texto. La prosa de Sara Mesa es coloquial; al pasar por los cuentos sentís que te los está contando alguien al lado tuyo, un amigo o vecino que deja sus emociones en carne viva para que puedas sentirlas incluso mejor que él. Sus palabras te envuelven y atrapan sin esfuerzo, no es difícil adentrarse en estos mundos que crea en base a situaciones asfixiantes y sentimientos negativos aflorando en nuestros corazones y comiéndonos desde adentro.
"Todo se quiebra en un instante, o en el espacio de unos pocos minutos, diez o quince minutos, no muchos más, los mismos que tardé en conducir hasta casa de Braulia y llamar a su puerta mientras algo áspero y muy desagradable me subía por la garganta. Y después ella abrió, me miró con extrañeza, extendió los brazos cuando me abalancé hacia su cuerpo. Y en el recibidor mismo, donde yo casi me caía -y ésa era la culpa, ésa, y no el cosquilleo que durante meses había estado sintiendo con tibieza-. le pedí que nos arrodilláramos juntos, le pedí que rezáramos a aquel Dios en quien ella creía, ansié creer en Él y obtener su perdón y su consuelo, y supe que no era yo quien tenía una misión con Braulia, sino más bien al revés, que ella me rescataba a mí de la indiferencia."
Mala letra está conformado por once magníficos cuentos con situaciones oscuras e incómodas, bastante turbias y morbosas. Es todo muy brutal, muy real, muy muy muy ahí. Sabés que todo lo que te cuenta podría pasar (y está pasando, probablemente, al lado tuyo, sin que lo veas. Con gente que conocés, o que no, todos los días. Este morbo, esta culpa, esta soledad, este crecimiento y el rechazo a obedecer, la insolencia, todo. Todo al lado -o dentro- tuyo, siempre), y en ciertos cuentos como Papá es de goma da muuuuuuuuuucho miedo saber que eso es así. Mucho miedo e impotencia total, por no poder hacer nada para solucionarlo. Como en toda antología de cuentos, algunos gustan más que otros. Lo que recomiendo de acá a la luna ida y vuelta son "Mármol", "Papá es de goma", "Nosotros, los blancos", "<<Creamy milk and crunchy chocolate>>" y "Apenas unos milímetros". El resto también me gustaron muchísimo (como "Mustélidos", o "Picabueyes") pero estos son los que más me quedaron o "marcaron". |
"Lo cierto es que la vida siguió para nosotros y que durante algún tiempo continuó siendo un asunto infinito. La anomalía no fue, entonces, más que eso: una desviación cuyo significado no entendíamos - y no podríamos, nunca, entender."
¿Y ustedes? ¿lo conocen? ¿no? ¿conocían a la autora? ¿Quieren leerla? ¡Cuentenme!
Nos leemos!